Tips para comenzar terapia

Tips para comenzar terapia

Ya aceptaste que necesitas ir a terapia, ¿y ahora? El día de hoy te cuento paso a paso cómo llegar a tu primera sesión.

Ok, ya lo decidiste, ya te diste cuenta y aceptaste que necesitas ir a terapia. Este es el primer y más importante paso. ¿Y ahora, qué sigue? Tal vez estás tan confundido y nervioso que no sabes cómo comenzar. Y esto es natural, puesto que casi nadie cuenta cómo lo hizo, y a veces, ni siquiera los terapeutas contamos cómo debiera ser.

No te preocupes, el día de hoy te cuento paso a paso cómo llegar a tu primera sesión, a continuación te daré los tips necesarios para comenzar a ir a terapia.

  1. Encuentra a un terapeuta

¿Cómo y dónde vas a encontrar a un terapeuta? Sin duda esta será una de las decisiones más importantes que debas tomar. Elegir a un terapeuta no es cosa fácil, pero es muy importante. Si conoces a alguien que esté llevando terapia puedes preguntarle alguna recomendación, pídele que te cuente cómo se siente con su terapeuta actual o si conoce a algún otro.

Ahora hay buscadores en internet que te podrán enlistar a los terapeutas cercanos a ti, no todos estamos en dichas páginas por lo que será buena idea que busques también en las redes sociales. No olvides identificar recomendaciones de otros usuarios, o algunos comentarios que te den alguna idea sobre sus servicios.

  1. Contacta al terapeuta

Muchos se traban en este punto, se quedan con el contacto por semanas, meses o años y nunca se animan a llamar. ¡Que a ti no te pase! No te compliques, usa el medio con el que te sientas más cómodo, puede ser una llamada, un WhatsApp o hasta un correo electrónico. Si prefieres hacer una llamada, toma en cuenta que si el terapeuta está en sesión no podrá contestar de inmediato. Puedes intentar más tarde o dejar un mensaje con el motivo de tu llamada y tu nombre, así podrá devolverte la llamada en cuanto le sea posible.

Es probable que durante la llamada o conversación el terapeuta te pregunte sobre los días y horarios en que podrás tomar la primera entrevista, sería bueno que lo tengas en mente. Es importante que te sientas cómodo en preguntar la información que necesites, no olvides pedir la dirección exacta y señas particulares para llegar al sitio sin problemas. A muchos les da pena preguntar por el precio, no te preocupes, puedes hacerlo. Aun cuando el terapeuta no tenga un único precio establecido, te dará un costo aproximado, así tú podrás ir preparado y confiado en que lo puedes pagar.

  1. La primera entrevista

Es natural que te sientas un poco nervioso, pero no dejes que esto te impida llegar a tu sesión. Recuerda que ya tomaste la decisión porque crees que es algo bueno para ti. Prevé el tiempo suficiente para llegar puntual al consultorio, generalmente el tiempo destinado para tu sesión es muy exacto, no querrás desperdiciar ni un minuto.

Ya estando ahí, el terapeuta podrá guiarte de forma tal que la angustia disminuya. No es necesario que prepares lo que le dirás, yo te recomiendo que te dejes llevar, el terapeuta sabrá qué hacer. Generalmente, todos comenzamos preguntando el motivo que te ha llevado a buscar terapia, pero a veces es algo que vamos descubriendo junto con el paciente poco a poco, así que no pasa nada si para este momento ni tú lo tienes claro.

Aprovecha la primera sesión para preguntar todo aquello por lo que tengas dudas, ¡pregunta sin miedo! Se trata de que te sientas cómodo, y saber exactamente de qué se trata la terapia y la forma en que trabaja el terapeuta que has elegido te hará sentir mejor.

Por último, si por alguna razón no pudieras asistir a la cita programada, llama para cancelar. Piensa que ese espacio pudiera utilizarlo alguien más y si tú lo deseas podrás reprogramar la sesión. Si asististe pero de plano no te convenció, no te des por vencido, sigue buscando. Encontrar al terapeuta ideal a veces lleva un poco de tiempo, pero cuando lo encuentres valdrá la pena. ¿Cómo sabrás que es el indicado? Debes sentirte confiado y cómodo para hablar de cualquier cosa con él y los cambios, aunque pequeños y poco a poco, debes percibirlos desde la primera sesión, por ejemplo desahogo, tranquilidad y mayor entendimiento de la situación. Si después de las primeras sesiones aún tienes dudas, date la oportunidad con algunas sesiones más. Está bien si necesitas un poco más de tiempo para decidir y el terapeuta sabrá comprenderlo.

Como te das cuenta, es un proceso relativamente sencillo. A todos nos llega ese momento en el que nos damos cuenta de que algo no anda bien, y tenemos que tomarlo en nuestras manos. Oye, si nosotros mismos no hacemos lo necesario para estar y sentirnos bien, ¿quién lo hará? Hoy en día es algo muy natural ir a terapia, y si tú ya lo decidiste o estás pensando en la posibilidad, este es un buen momento para comenzar.

 

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *