Autor invitado: Bel Rivero
Me duele el alma abrir las redes sociales en estos días. Prender la televisión, la radio y leer los diarios. ¿A Ustedes no les pasa? Siempre me he despertado e inmediatamente prendo radio online, pero en estos últimos meses ya no puedo hacerlo porque tantas violencias atroces que los medios de comunicación replican con la mayor ligereza, me perturban, me enojan y me hacen sentir en un profundo grado de vulnerabilidad por el hecho de ser mujer. A lo largo de mi vida nunca había sentido de esa manera y en estos últimos días y meses, lo he padecido. Los feminicidios en México me indignan, pero me indigna, más como la sociedad ha sido permisiva, porque todes conocemos al agresor y nunca lo señalamos o lo visibilizamos. Tenemos amigos agresores, novios, esposos, jefes, empleados y/o compañeros de trabajo y nunca los señalamos.
De igual manera los medios de comunicación han ido en creciente tendencia descriptiva sobre los feminicidios; muestran imágenes de los cuerpos de las mujeres, adolescentes y también niñas asesinadas, torturadas, cosificadas. Los muestran porque de igual manera tienen un grado de misoginia, porque el feminicidio se ha convertido en un espectáculo para ellos, porque no hay respeto hacia las mujeres y sobre todo, porque aun muertas nos siguen viendo como objetos, como cosas y como elemento de entretenimiento.
Disculpe Usted, estimado lector, lectora; pero realmente estoy enojada, específicamente por los feminicidios de Ingrid Escamilla y la pequeña Fátima. La indiferencia e ineficacia de las autoridades; la impunidad y las violencias institucionales provocan que el corazón se me inflame, porque ya no podemos seguir así, es que de verdad, ya no podemos. Urge hacer algo.
Convencida estoy que dando likes, follow o comentando en twitter y en facebook, no servirá de nada, se necesita acciones concretas, acciones que vayan desde lo micro y generar vínculos y células que puedan influir en lo macro. ¿Qué podemos hacer desde nuestro espacio?
Si eres novia, no permitas que tu novio controle tu forma de vestir, tu dinero, la manera en cómo interactúas con tus amigues y familia. No consientas agresiones sexuales (ni como juego), si dices no, es no y punto, no permitas que insista.
Si tu amigo agrede a sus novias, las cela, las controla y tienen una relación tóxica, habla con él, hazle visible las violencias que está ejerciendo, déjale en claro que lo que hace no es correcto y en medida de lo posible aléjate de él, porque definitivamente no podemos convivir con un hombre que violente a otra mujer.
Si tu jefe o compañero de trabajo te violenta, no lo permitas más, visibilizalo, denúncialo; hazte acompañar de mujeres y acude a las autoridades, sí, si se puede, y aunque al principio será difícil, lograrás salir de esa violencia.
Limpia tus redes sociales de personas que hablen mal de otras mujeres, elimina a hombres que opinen que un feminicidio es culpa de la mujer, la madre, la abuela o de todas las mujeres que estén a su alrededor. Deja de seguir a los medios de comunicación que muestren fotos o imágenes del feminicidios, o bien que la revictimicen. No les des like, no necesitamos medios de comunicación así, es momento de decirles que ya basta; que no pueden seguir comunicando de esa manera.
Platica con tus amigas, escúchalas, escúchense, hablen de lo que les sucede y apóyense para que salgan de las violencias en que se vive, porque todas, todas sufrimos violencias. Compartan artículos, reportajes, podcast y lean, pero lean a mujeres escritoras, porque sin duda, sus visiones y experiencias son mucho más enriquecedoras que las de los varones.
Disculpe estimada Lectora, lector; estoy enojada.
Si eres hombre salte de los grupos de whats en donde mandan pornografía; deja de burlarte de las mujeres y etiquetarlas por su manera de vestir. Si vives con una mujer, colabora en el hogar, que el trabajo doméstico sea 50 y 50; aprende a realizar actividades domésticas, no es complicado.
No violentes a tu novia, genera las condiciones para que el ambiente sea de tranquilidad y seguridad; suficiente tienen tu novia con el miedo de salir a la calle. Vivan en paz, sin agredirse. Lee sobre feminismo y comienza a desaprender lo que aprendiste a lo largo de tu vida. Los hombres no son el centro del universo y mucho menos, superiores a las mujeres. Es momento de que lo sepas y lo aceptes.
Por último, dejemos de consumir machismo y misoginia en el cine, en las series, en las canciones, en nuestras lecturas diarias. Pongamos un alto, un alto en seco; no más. Se acabó. En medida de que cambiemos nuestras pequeñas acciones comenzaremos a cambiar nuestro entorno. Se perderán amistades, sí; pero está bien; que sepan que ya no hay espacio para los agresores ni las violencias. Comencemos desde ya.