San Miguel de Allende es un lugar encantador, desde el 2008 es patrimonio de la humanidad. Es una joya colonial y con su estilo bohemio y cosmopolita te va a enamorar.
Cada viaje estimula la mente, kilometro a kilometro involucramos todos nuestros sentidos y muchas emociones que a veces pasan desapercibidas o resultan torturadas por la eterna rutina. Viajar nos permite conocer otras culturas por lo que es una buena forma de mejorar nuestra empatía. Diversas investigaciones arrojan datos relacionados con el sentimiento de felicidad que ocasionan los viajes al brindarnos experiencias y recuerdos maravillosos, incluso se plantea como una actividad directamente relacionada a la longevidad, la calidad de vida y el bienestar emocional.
Claro que todo esto suena muy tentador y pensando en ello decidí hacer lo que desde hace tiempo soñaba: conocer San Miguel de Allende. Lo había visto en fotografías y ese encantador aire pueblerino me enamoró. No es que mi espíritu viajero fuera tan activo, pero en los últimos meses ha sido una actividad prioritaria en mi vida y he estado encantada. Así que cuando tuve un puente godín no lo pensé dos veces y planeé mi viaje. Lo hice sin tener acompañantes en mente, decidí irme aun así pues otras veces me había limitado en viajar por no tener compañía y ahora no pensaba hacerlo. ¡Me atrevería a la aventura a solas!
Abrí el navegador y busqué un hotel, como hasta entonces pensaba ir sola no correría riesgos quedándome en un hostal -no me parecen tan seguros-. Hice el trámite venciendo mi patético miedo a las reservaciones de hotel, no sé cómo explicarlo, pero me invade una sensación de mortalidad súbita cada que tengo que anticipar alguna actividad por mucho tiempo, y reservar un hotel dos meses antes sin duda lo es. Me iría en mi coche y así disfrutaría también el camino, el GPS y mi lista de spotify serían mis mejores amigos en este viaje.
Un viaje puede cambiar nuestra vida, ayudando a deshacernos de estereotipos y tabúes, puede abrir nuestra mente, hacernos ver posibilidades antes nunca imaginadas. Dicen por ahí que los mejores viajes serán aquellos que realices solo, aventurándote a conocer nuevas personas, culturas y estilos de vida. Al final yo no fui sola a San Miguel, hasta faltaron lugares en mi coche. De última hora un par de amigas decidieron unirse y una más invitó a uno de sus amigos así que el coche terminó lleno. Nunca había viajado con ellos, a algunos los conocía realmente poco así que definitivamente este viaje seguía siendo una aventura.
Fue así como arrancamos el viaje, yo al frente del volante, mi GPS mandándonos por la ruta equivocada y mis amigos con el control de la música en su poder; algo muy diferente a lo que tenía en mente pero sin duda divertido. Ya se imaginarán: carretera, amigos, música y, todo esto por 4 horas. Algunas veces necesitamos cambios en nuestra rutina diaria para aprender y crecer, y un viaje es el pretexto ideal.
Huir de lo idéntico, buscar cambios de ideales o transformaciones personales, replantearnos el sentido de nuestra existencia, alejarnos de cosas -o personas- negativas; los motivos pueden ser muchos para empacar ligero y emprender el viaje.
San Miguel de Allende es un lugar encantador, desde el 2008 es patrimonio de la humanidad. Es una joya colonial y con su estilo bohemio y cosmopolita te va a enamorar. Resulta mágico recorrer sus calles empedradas, admirar cada una de las coloridas fachadas adornadas con cientos de flores, sentir los rayos del sol sobre la piel, beber una cerveza bien fría en alguna de las muchas terrazas del centro o un delicioso café en sus establecimientos llenos de tradición, apreciar su arquitectura y muestras artísticas por doquier, saborear sus platillos mexicanos con ese inigualable toque gourmet. Hay mucho más por hacer en esta ciudad fundada en el siglo XVI. Tienes que vivirlo para lograr apreciar mis palabras.
Después de ese primer viaje, he vuelto en otras ocasiones, y mis experiencias en esta ciudad siguen mejorando. Te dejo mis tips para San Miguel de Allende, son los siguientes:
- Si vas en temporada alta planea tu día estratégicamente pues te encontrarás con que los mejores lugares para comer o beber algo están al tope, por lo que tendrás que esperar horas para poder entrar o de plano te negarán el acceso. En casi ningún sitio aceptan reservación, entonces prevé algunas horas de espera. Por cierto, hay muchos lugares donde solo puedes pagar con efectivo, ve preparado.
- No te pierdas el mejor desayuno, ve a Lavanda Café y pide lo que más se te antoje de la carta, si es que puedes decidirte porque todo suena -y sabe- delicioso. Dulce o salado, frío o caliente, cualquier platillo o bebida te encantará. Llega preparado para esperar en la fila al menos una hora, todos quieren almorzar ahí y aunque ahora tienen una linda terraza con más mesas disponibles el lugar sigue siendo pequeño. Créeme, cada minuto de espera valdrá la pena, además, al tomar tu orden la comida llegará muy rápido. Yo no cambio los chilaquiles verdes con un latte lavanda, pero he picoteado otros platos y todo es delicioso. Compra algunos roles de canela para llevar, ¡son únicos!
- Si lo tuyo es la comida vegana, te cuento que en Don Taco Tequila acaban de transformar su carta, ahora ofrecen muchos más platillos y sus tacos de siempre ¡todo completamente vegano! Esta última vez, pedí un taco de cochinita de yaca que me sorprendió, ¡fue realmente bueno! La próxima vez pediré la papa al horno con chorizo y guacamole, la vi de lejitos y se veía deliciosa.
- Para echarte algunos tragos, definitivamente Quince Rooftop es el lugar. Se trata de una hermosa terraza, no te preocupes por el frío de la noche típico en San Miguel de allende, tienen calentadores y te prestarán una rica frazadita. Aquí encontrarás los tragos más coquetos, comida riquísima con 40 opciones gluten free y las mejores vistas del centro de la ciudad. Revisa sus eventos, y aprovecha los miércoles 2×1 en bebidas, tu cartera te lo agradecerá.
- Tips rápidos: para hospedarte, te recomiendo que busques con tiempo un buen airb&b. Si andas en la onda fitness, lánzate a Luna de Queso. Fue mi último descubrimiento y lo amé, por favor pide los hot cakes de plátano con amaranto, ¡son los mejores que he probado! Y si prefieres cocinar tus propias delicias, surte tu despensa en Mercado Sano. Encontrarás todo tipo de productos locales e importados para la comida más saludable. Fue aquí donde compré mis ramitos de lavanda para preparar mis infusiones en casa. No regreses sin algún souvenir típico de la ciudad, por todos lados encontrarás corazones con alas, pues es el símbolo de la ciudad. Los hay de mil colores y materiales, elije tu favorito. Por último, definitivamente tienes que comer churros. Cerca de la plaza principal encontrarás la churrería San Agustín, propiedad de la famosa actriz Margarita Gralia. Mi recomendación, un chocolate español y un churro de azúcar. Olvídate de la dieta por este fin de semana.
Podríamos enumerar los muchos beneficios de viajar:
reduce el estrés y la ansiedad, mejora tu capacidad para resolver problemas, te hace más creativo e inteligente, aumenta tus habilidades sociales, abre tu mente y amplía tus horizontes, cambia la percepción que podrías tener del mundo, propicia la introspección, el autodescubrimiento y el crecimiento personal, te empuja a superar miedos e inseguridades, favorece la empatía; y un gran etcétera.
Todos los viajes suman, sin importar kilómetros o presupuestos.
Este fue un gran fin de semana largo, regresé a casa con una experiencia más y al día siguiente que me tocó madrugar para ir a trabajar seguía con el saborsito de lo vivido y las ganas de continuar descubriendo lugares y personas, recorriendo sitios hermosos y llenos de historias. Y sí, lo admito, con el siguiente destino ya en mente. Estoy segura que tú habrás notado muchos otros cambios positivos con cada viaje que has realizado. Cuéntanos en los comentarios de abajo tu destino favorito, algunos tips de viaje y claro, tu mejor experiencia hasta ahora. ¡Buen viaje!